Nuestra Consciencia abarca toda nuestra percepción del mundo y de nosotros mismos; en mi experiencia he ido desarrollando cada uno de estos aspectos, para lograr una percepción mas completa e integrada, con menos sesgos, más amor, más responsabilidad, paz y alegría.
Este camino, no comienza ahora, estas ideas vienen recorriendo el mundo desde hace miles de años, filósofos y maestros espirituales nos han planteado la posibilidad de cambiar nuestra perspectiva de nosotros mismos y del mundo.
Es indiscutible que la gran mayoría de nosotros tendemos a conectar con nuestros cuerpos, bien sea a través del sexo, los deportes, la danza, los asanas de yoga; alcanzar nuestro potencial físico, sentir, compartir y crear a través de nuestros cuerpos. No menos personas, estamos fascinados por la riqueza y la complejidad que expresamos a través de nuestras emociones, que muchas veces no logramos entender, pero que si estamos dispuestos a observarlas e intentar entendernos a través del mensaje que conllevan. Las neurociencias modernas, están haciendo mucho enfoque en comprender estos principios y relaciones desde un punto de vista de nuestro cerebro y sistemas nervioso y su conexión con el sistema endocrino y el bienestar en general.
A la comprensión de nuestro cuerpo y emociones viene a sumar los ejercicios de mindfulness, a través de los cuales aprendemos a observar nuestras emociones, nuestros pensamientos y esto nos permite empezar a hacernos conscientes de cuan diversas son las ideas que coexisten en nuestras creencias del mundo y de nosotros mismos. La capacidad de observarnos que trae el mindfulness nos permite empezar a entender nuestro mundo psicológico, nuestras creencias, y son estas ultimas las que controlan nuestra emocionalidad.
Para avanzar en esta comprensión personal de manera responsable suele ser necesario realizar terapias psicológicas y psicoanalíticas con un profesional, para que éste nos guíe y nos enseñe a transitar y a comprender nuestro complejo mundo interior. Sanar las emociones asociadas a nuestras experiencias y creencias más profundas sobre la vida y sobre nosotros mismos nos permite liberar consciencia, la cual pudiera enfocarse en otros aspectos de nosotros mismos que suelen pasar desapercibidos para la mayoría de nosotros como es por ejemplo nuestro lenguaje.
Recientemente se han presentados trabajos de como, a través de nuestro lenguaje, expresamos nuestro mundo interior, creencias, premisas y expectativas, mas pocos somos diestros o afines a observar nuestro propio lenguaje; y menos aun solemos ser consciente del impacto que tiene nuestra manera de comunicarnos en las demás personas con las que interactuamos a diario.
Todos estos aspectos de nuestra consciencia, suman al estado de Mindfulness, la capacidad de observar permanentemente a la vida a mi alrededor y a mi mismo, mis decisiones y acciones y como estas afectan a los demás. Ese estado de mindfulness solo se completaría cuando logramos ver a los demás, en profundidad, entenderlos como realmente son. Algunas personas son muy diestras en observar como se relacionan con otros y en como aportan a tener y mantener relaciones sanas con un enfoque ganar-ganar. Y desde esa perspectiva podríamos vivir desde una libertad de decisión y acción que es inseparable del bienestar de los demás; elevándose inevitablemente un nuevo tipo de responsabilidad, que se sustenta sobre un profundo interés por el bienestar de todos; y ese amor y esa responsabilidad se reflejan en un vivir en paz, con alegría, con comprensión de nosotros mismos, de los demás y de la vida que conformamos juntos; una comprensión que comparto en “Entendiendo Nuestra Humanidad” y que aspiro aporte a la comprensión teórica y a la experimentación científica de este proceso. El proceso de volver a los aspectos fundamentales de nuestra humanidad, maximizando así nuestro bienestar, bien sea que lo llamemos, despertar espiritual, despertar de la consciencia, sanar nuestra psicología o simplemente entender nuestra potencial humano.